viernes, 21 de mayo de 2010

HISTORIAS PARA NO DORMIR... Cómo caerse de los andamios (2ª parte)

Ya conté en otra entrada cómo en la boda de mi amiga N.Mt me pegué un porrazo de escándalo enganchando el tacón de unas sandalias monísimas en una grieta.

Todo bajo la atenta mirada de mi madre y mi abuela que, después de aquel día, no hicieron otra cosa que intentar convencerme de que tirase esos zapatos a la basura mediante augurios nefastos del pelo de: ya te has caido una vez! La próxima te rompes la crisma!


Sin embargo, las sandalias eran tan bonitas... y, en el fondo, yo soy una valiente así que, de tirarlas ni hablar! Es una máxima que todas las mujeres del mundo conocemos: para ser fashion hay que sufrir!


Ya hacía 3 semanas de la boda y no me había vuelto a calzar las sandalias maravillosas así que una mañana que me levanté con ganas de ir un poco arreglada se me ocurrió ponérmelas para ir a la oficina. Nada más subirme en ellas ya me sentí diferente: seguro que eran la plataforma y los 15 centímetros de tacón.

Como metro y medio más alta de lo normal salí de casa. Nada de ascensor!


Con lo que tarda... llego antes si bajo por las escaleras!

Así que, ya me véis bajando las escaleras hasta el portal al más genuino estilo Marilyn: despacio, un pie delante, el otro detrás, uno, dos, uno, dos.


Hasta que, en el último tramo de escalera volví a la realidad, de golpe y porrazo (nunca mejor dicho...) perdí la confianza y empecé a pensar: me caí con estas sandalias, me caí con estas sandalias, me voy a caer otra vez, me voy a caer, me caigo, me caigo... y, por supuesto, me caí!


Y esta vez fue una caida libre de 4 escalones. Todavía me pregunto cómo es posible que aún conserve todos los dientes después de semejante cacharrazo.  


El caso es que en los 4 segundos y medio que estuve tirada en el suelo me dió tiempo suficiente para hacer dos cosas: 1) comprobar si algún vecino tempranero me había visto despeñarme y se estaba retorciendo de la risa en algún rincón del portal; 2) acordarme de todos los muertos de la media naranja por seguir en la cama, durmiendo plácidamente, mientras yo había estado a punto de hacerme una cara nueva rodando por los escalones.



Ya sé que el pobre no tuvo nada que ver con la caida pero no me neguéis que una no se queda como una reina cuando le echa a culpa de algo al novio, aunque él no sepa ni qué es lo que ha hecho mal, ji, ji.

Como no me daba tiempo a más, me levanté como pude y me marché a la oficina sin quitarme los taconazos, hasta ahí podríamos llegar!

No me bajo de mis zancos ni a tiros!

En la oficina hice un recuento de daños: me dolía pero podía seguir andando con las sandalias así que me pasé toda la jornada laboral pegando brincos por el pasillo, luciendo plataformas a más no poder.

Hasta que llegué a casa y se me ocurrió bajarme de los andamios... ahí empezó el calvario!

Tres segundos después de haberme descalzado aquello empezó a hincharse, hincharse, hincharse...


a doler, a latir, a ponerse caliente, rojo, morado y de todos los colores... en fin, un poema! Y la media naranja no volvería a casa hasta el día siguiente!!!

Supongo que al caerme, torcerme el tobillo y golpearme contra los peldaños me hice un esguince leve que menuda tardecita que me dió: para moverme por la casa tenía que saltar a la pata coja


y cada saltito hacía que me vibrase el pie hinchado y viese las estrellas! Aún así, sobreviví yo sola y sin pasar por la consulta del médico (aunque durante meses tuve el tobillo resentido...)

Ni qué decir tiene que las sandalias fueron directamente al contenedor de la ropa usada (con todo el dolor de mi corazón, porque me encantaban).



No he leido en el periódico que haya pasado nada parecido pero a veces me siento culpable pensando que a lo peor alguna persona se haya podido descalabrar por coger mis sandalias del contenedor... aunque, bien pensado, peor sería que las hubiera puesto a la venta en e-bay y se hubiese sacado una pasta! Con lo que me costó deshacerme de ellas...

PD. Este año me he comprado otro par de sandalias parecidas (no son iguales, las sandalias malditas eran más bonitas). Creéis que me descoyuntaré con éstas también? Se admiten apuestas...

18 comentarios:

  1. Eres la mejor contando historias!! probabilidades de que te caigas de tus nuevos andamios, las hay, pero vamos a ser optimistas y a dejar a un lado el refrán, no hay dos sin tres... esta vez, lo cambiamos, por A LA TERCERA VA LA VENCIDA!! estarás divina en tus nuevas sandalias! seguridad y palante... un besote

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  2. Cmo siempre, genial para alegrarme la mañana!

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  3. jajjajaja!!lo siento por ti y por tu caida, pero me ha dado la risa de leer la historia y casi me atraganto!!jajajj!!pq te leo mientras desayuno.
    Menos mal que las tiraste, pq ya sabes que no hay dos sin tres, hubieras aterrizado otra fijo, jajajj!!un besazo!!y cuidadin con las nuevas sandalias, que me parece que te atrae el suelo!!!buen finde!!

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  4. Como me gusta leer tus historias... aunque sean de sandalias malditas!! Eso sí aguantaste todo el día como si nada!

    Un beso,
    Patricia

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  5. Jejeje, gracias por contarnos tus historias de andamios. Que conste que me río porque ya son agua pasada, en el momento seguro que no estabas tú para mucha risa, pobretica. Pero no tenías que haber tirado las sandalias, mujer, con lo monas que eran. Seguro que les das una tercera oportunidad en un contexto sin escaleras ni grietas y te sale de cine, jaja.

    Pero estoy muy de acuerdo: Half Orange es el culpable de todo. Si quieres le podemos hacer un consejo de guerra entre Alforte, squirrel y yo :-P

    Muakkkks de que me escondo antes de que me tires un zapato, jajaja :-D

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  6. Que mala persona... tirarlas al contenedor donde la gente puede volver a utilizalas... Es broma. Pobreta mia, menudo daño te deviste hacer, que 4 escalones es un buen trozo eh? Me alegra saber que a veces nos echais la bbronca por cosas que no hemos hecho, me alivia un monton... jajajjaja Un beso, siento no pasarme tan a menudo como solía!

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  7. Yo tengo los pies valgos y los tobillos se me suelen vencer hacia dentro o hacia fuera, según les da. Por supuesto, según aumenta el tacón, aumenta la probabilidad del vencimiento. Suelo caerme una vez cada 15 días más o menos...
    Bs!

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  8. ¡Qué ria!
    Has demostrado hacer realidad lo de "antes mueerta que sencilla". Y qué valorrrrrrrrrrrrr, tirarrrrrrrrr las sandalias!!!

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  9. Algo parecido me está pasando a mí con los zapatos de la boda de mi hermana.
    Me has dado la buena idea de venderlos por Ebay¡¡
    Madre mía que susto te tendrías que meter durante el análisis en el suelo¡ Xq la caida es mas grande cuando analizas después lo que te ha podido pasar¡¡
    Ufff¡¡

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  10. Ja, ja , chica no hay dos sin tres pero esperemos y cruzo los dedos para que no sea tu caso!!! Besos y buen finde

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  11. Yo también soy muy de caerme por las escaleras, pero aún sin andamios y todo... jaja!!

    Pues no sé que decirte si hiciste bien en tirar las sandalias... yo no lo hubiera hecho, pobrecitas... Aunque pensándolo bien, puede ser que si te las hubieras quedado, aún sin ponértelas, la "maldición" te hubiera seguido rondando hasta el infinito... y más allá... jajaja!!

    Un besete.

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  12. jajajaja.. que no.. que esta vez no te caes.. el cupo de caerte por culpa de unas sandalias lo tienes cubierto.. y me refiero a la ley de probabilidad.. te has caído por ti y por mí ;)

    besos

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  13. Amiga, pero como te rendistes tan pronto?!!?, ya que conoces la máxima "para estar bella hay que sufrir" deberías haber intentado seguir el consejo de Theo y evitar peldaños, grietas y demás irregularidades del terreno y seguro que te haces con tus salvajes sandalias.
    Sandal Kisses

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  14. La Boutique de la Srta. Bamboo: ya ves que hasta de las historietas más tontas puede una hacer unas risas, ji, ji. No sé, desde que me caí le he cogido un poco de miedo a algunos de mis pares de zapatos con tacón... así que parezco un pato mareado cada vez que me los pongo!
    Esperemos que tu vaticinio se cumpla y no me caiga por 3ª vez... y si me caigo y no me parto la crisma, os lo contaré para que nos riamos entre todos!!!
    Muak.

    A TRENDY LIFE: ves qué fácil es alegrarte el día? Es que es viernes, hija, así que vamos a entrar en el fin de semana con un poco de alegría, ji, ji.
    Un besito.

    Be: es que, en el fondo, la anécdota es bastante graciosa. Me río hasta yo, que fui la que me pegué el trompazo y me hice daño así que cómo no os váis a reir vosotros, ji, ji.
    Mi madre y mi abuela se ponían malas cada vez que les decía que no me había deshecho de ellas aún! Cuando les conté que me había caido por las escaleras casi les da un infarto, ji, ji.
    Espero no caerme pero si lo hago (y no me mato) habrá una tercera entrega de esta anécdota!
    Besitos.

    Patricia: y tanto que malditas... para mí que algún sinvergüenza que me quiere mal me hizo un mal de ojo en esas sandalias, que eran mi debilidad.
    Aguanté todo el día y aunque me dolía un poco, no hice ni caso y corrí, salté y brinque como una loca por el pasillo de la oficina cual cabritilla loca. Claro, así me cundieron luego todos esos excesos que me pasé la tarde arrastrándome por el pasillo de casa intentando llegar al baño, ji, ji.
    Besitos.

    theodore: no tengas tanta pena de reirte porque yo me parto de la risa casa vez que me acuerdo... tendrías que verme, tirada en el suelo, toda despeluchada y asombrada de haberme caido por las escaleras!
    Y a la tarde, cuando moría de dolor, tú y yo hubiésemos llorado de la risa con mis grititos cada vez que saltaba a la pata coja... arrastrándome como una culebrilla por el pasillo de mi casa. Si es que, a cualquiera que se le cuente...
    No sé si me atrevo a dejar a la media naranja sola con vosotros tres, que tenéis más peligro que un mono con pistolas!
    Muaks de a tí nunca te tiraría un zapato.

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  15. Eric: tú dedícate a tus estudios que ahora es lo que toca y ánimo, ya verás como todo sale de maravilla.
    No te creas que a veces no pienso en la pobre mujer que las encontró y se las quedó: porque eran muy bonitas y ya a primera vista te encantaban... luego te pegabas un porrazo del horror pero estéticamente eran preciosas.
    Cuatro escaleras son un trecho más grande de lo que parecen a simple vista... y más si te caes!
    Un besito, guapetón.

    HollyGo: vaya una faena, hija! Eso sí, ya veo que eres valiente: aunque el tacón aumente la posibilidad de trompazo, tú no te cortas hi con hacha, eh? Que vivan los andamios!!!! Aunque eso suponga que podamos dar con los huesos en el suelo, ji, ji.
    Buena pareja haríamos tú y yo...
    Un beso.

    Tracy: está claro que antes muerta que con zapato plano! Donde estén un par de buenos tacones, que se quite todo lo demás, aunque luego te descoyuntes por la escalera de tu casa... la próxima vez bajaré las escaleras descalza y ya está, ji, ji.
    No me arrepiento de haberlas metido en el contenedor: para mí que estaban malditas!
    Un besito.

    ElenaNito: ponlas a la venta en e-bay pero no cuentes que te diste un buen porrazo con ellas...
    Siempre digo que el tiempo es muy relativo y en los pocos segundos que estuve tirada en el suelo, además de quedarme helada de la manera en la que tan tontamente me había caido, me dió para pensar si en vez de caerme en esa postura me hubiese caido de frente, me hubiese roto los dientes (los dientes!!! Eo sí que no! Qué horror: desdentada!!!).
    Besitos.

    olivia: creo que tendré que respirar profundamente y no sugestionarme el día que estrene las nuevas sandalias (las no-malditas) porque si no, me veo otra vez en el suelo... qué miedo!
    Besitos y feliz finde a tí también.

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  16. Ana: no soy especialmente supersticiosa pero se me metió en la cabeza que aquellas sandalias estaban malditas!!! Así que, al segundo porrazo, me deshice de ellas.
    De hecho, ahora que recuerdo, se las llevó mi madre de mi casa y fue ella la que las tiró dentro del contenedor (o eso me dijo). Seguro que le dió un gustito especial porque desde la boda de mi amiga les tenía ganas a las dichosas sandalias!
    Un beso.

    maba: eso quiero pensar yo! Que por índice de probabilidades ya no me toca caerme con sandalias de tacón hasta dentro de muuuuuuuuucho tiempo, ji, ji.
    Y si me despeño otra vez, tendré una nueva anécdota para contarla en el blog... hay que pensar en positivo, hija.
    Besitos y buen finde. Ya nos contarás a la vuelta.

    Alforte: no sé si Theo y tú queréis que me caiga otra vez para tener otra anécdota divertida o tenéis deseos secretos de que me parta la crisma!!! Qué dos!
    Déjate de evitar peldaños y grietas: esas sandalias estaban malditas! Menos mal que me quedan las fotos de la boda de mi amiga para mirarlas de vez en cuando y acordarme de lo chulas que eran... eso sí, en todas las fotos salí con la pierna torcida, para que no se me viese la herida, ji, ji.
    Ahora tengo un nuevo modelo: esperemos que me de menos problemas...
    Muak, babe.

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  17. Esto me recuerda a alguna película serie B de terror, la maldición de los zapatos de tacón, jejeje, tienen vida propia y quien los van usando va siendo victima de esa maldición, pasando de una a otra ;)

    Por cierto ya te decidiste a poner la foto de tu media naranja durmiendo despues de todo lo que te la solicitaron desde la historia del gym ;) jejeje

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  18. Hola! Soy Susana... gracias por contestarme en el blog de Eric. Te lo agradezco y entiendo lo que me dices. Tienes razón y generalizar como lo hacemos no es justo, desde luego. Lo que pasa que al ver tantas injusticias te amargas y da mucha rabia. Que conste que lo que dije no iba con ánimos de ofender a nadie y no desacredito tu esfuerzo y merecimiento. Tengo muchos amigos que han pasado por lo mismo y se lo han currado mucho, y como tú dices, no todos podrían pasar por eso. Gracias!

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